Ya son 27
Hace
un tiempo atrás cuando cumplí mis 27 años escribí entre una mezcla de melancolía,
gratitud y alegría lo siguiente:
Ya
son veintisiete y no son nada y a la vez tanto… y aquí estoy algo cansado con
la ropa un poco sucia y con algunas cicatrices, sin contar ya con la compañía
de algunos que se fueron, con algo de melancolía y reminiscencias, pero aun caminando,
luchando, riendo, llorando y disfrutando… al fin; viviendo, descubriendo, explorando. Sin saber la razón del porque me hiciste tan curioso, tímido,
reciliente, pensativo, humano.
Contigo
Dios, siempre presente a mi lado, como un sello, inseparable custodio, como una
marca, el que siempre me acompaña y que a pesar de mí sigues siendo fiel,
único, admirable, en quien encuentro buen consejo y profunda paz, quien imparte
de su fortaleza en mi debilidad y me llena de felicidad.
Ya
son veintisiete y te pido me concedas vivir hasta los noventa y siete o hasta
los ciento siete, para seguir luchando, riendo, llorando y disfrutando… Al fin:
viviendo.
Por David Muggioli C.
Por David Muggioli C.
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