Clichés cristianos y el concepto de Dios en Erich Fromm

El capitalismo lo permea todo, desde las obviedades del sistema como por ejemplo lo que compramos, vendemos y producimos hasta nuestros afectos, decisiones y aun las creencias más sagradas de algunos como el concepto de Dios, la religión y la fe. Y como uno de los poderes del capitalismo es enajenar a las personas muchos viven engañados, y engañados por ellos mismos y sus propias actividades; no logran (o no logramos, pues me debo incluir aquí) visualizar que sus creencia más sagradas no están movidas por la fe o por su credos, sino por un sistema cruel que poco a poco va eliminado su humanidad, reemplazando esa humanidad por conceptos tan importantes para el capitalismo como la eficiencia, la productividad solo para el consumo y el éxito como la gran meta o teleología de la humanidad.  En este sistema hay escases de cuestionamiento o nulo pensamiento crítico y en la religión evangélica –religión a la que pertenezco– esto es notorio pues se usa a Dios como un socio para obtener éxito principalmente en los negocios. Muchas veces el discurso de Dios para obtener existo al estilo secular no es explicito pero ahí está, siempre latente, casi omnipresente y omnipotente intentando competir a la par con Dios.

Erich Fromm en su libro El arte de Amar habla sobre el concepto de Dios lanzando su crítica a este concepto y afirma que su significado original se ha perdido en la cultura del éxito. Resulta muy interesante leer lo que él menciona en las siguientes líneas:

   

“¿Qué puede significar el concepto de Dios en tales circunstancias? Ha perdido su significado religioso original y se ha adaptado a la cultura enajenada del éxito. En el renacimiento religioso de los últimos tiempos, la creencia en Dios se ha convertido en un recurso psicológico cuya finalidad es hacer al individuo más apto para la pugna competitiva.

 La Religión se alía con la autosugestión y la psicoterapia  para ayudar al hombre en sus actividades comerciales. Después de la Primera Guerra Mundial aún no se había recurrido a Dios con el propósito de <<mejorar la propia personalidad>>. El libro que más se vendió en 1938, Cómo ganar amigos en influir sobre la gente, de Dale Carnegie, se mantuvo en un nivel estrictamente secular. La función que cumplió entonces dicho libro de Dale Carnegie es la que hoy realiza el best-seller actual, El poder del pensamiento positivo, del reverendo N. V. Peale. En este libro religioso ni siquiera se cuestiona que nuestra preocupación predominante por el éxito éste de acuerdo con el espíritu de la religión monoteísta. Por el contrario, jamás se pone en duda tal finalidad suprema, sino que se recomiendan la creencia en Dios y las plegarias como un medio de aumentar la propia habilidad para alcanzar el éxito. Así como los psiquiatras modernos, para ganar la simpatía de los compradores, del mismo modo algunos sacerdotes aconsejan amar a Dios para tener más éxito. <<Has de Dios tu socio>> Significa hacer de Dios un socio en los negocios, antes que hacerse uno con Él en el amor, la justicia y la verdad.”

(Fromm Erich, El Arte de Amar, Paidós, 2014, páginas 139 – 140)

*Imagen tomada del sitio http://quienesjugaronajedrez.blogspot.cl/2017/03/si-hubiese-jugado-ajedrez-erich-fromm.html