Miedo en la cuarta vigilia.
Esperanza en la tormenta y en la oscuridad.
Grabado del artista francés Gustave Doré. Jesús camina sobre las aguas.
Es la cuarta vigila, todo está
oscuro, y yo no sé qué hago aún en el lago.
La luna está cubierta y el agua
revuelta.
¡Tengo miedo! Mi bote me deja.
De pronto veo un fantasma y el miedo
aumenta.
Grito y entro en pánico, sólo quiero llegar al otro lado.
Mis dedos
están fríos, mis piernas tiemblan, los remos se me resbalan y el fantasma
asecha.
Al fin creo que todo ha acabado, pero oigo esa voz y te reconozco.
Vuelvo a la calma; mis dedos retoman su calor, mis piernas se afirman, y por
muy extraño que parezca aquel fantasma resulta ser mi salvador.
No eres un espectro,
eres Dios y también de carne y hueso.
Subes a mi bote y todo vuelve a su orden,
ante ti caigo de rodillas y sólo puedo agradecer y adorar.
Por
David Muggioli C.
*Basado en Mateo 14:22 - 33
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