¡Un caos exegético está invadiendo la iglesia! / Por Juan Stam (Ver original: Chileprotestante.com)
¡Un
caos exegético está invadiendo la iglesia! Crece confusión sobre criterios de interpretación bíblica La
iglesia vive por
la palabra que la alimenta y que ella proclama. Nunca puede ser más saludable
de lo que está su interpretación bíblica. Eso requiere en todos y todas un
discernimiento crítico y un saludable “sospechómetro” ante toda enseñanza. En
eso, nuestra consigna y nuestro imperativo es el mandamiento bíblico de
“examinarlo todo” (1Tes 5:21), “para ver si estas cosas son así” (Hch 17:11).
Siempre ha habido interpretaciones especulativas, especialmente en la exégesis
del Apocalipsis. Pero en años recientes la interpretación tendenciosa se ha
extendido como un cáncer a casi toda la temática bíblica.
Las
especulaciones más estrafalarias se transmiten, con la autoridad de la radio,
la televisión y las redes sociales, a muchos millones de personas. Algunas revistas protestantes publican sin crítica artículos que
tergiversan las escrituras. Prestigiosas
casas editoras, antes más cuidadosas de la seriedad de sus publicaciones,
publican libros que son más propaganda que exégesis. Y aun los evangélicos
cultos parecen estar un poco anestesiados para quedar insensibles a las
evidencias de exégesis dudosa. De un libro reciente, lleno de interpretación
cuestionable, varios amigos, muy preparados teológicamente, me sorprendieron
con sus entusiasmados elogios. Sospecho que el concepto moderno de “tolerancia”
esté convirtiéndonos de creyentes críticos en creyentes crédulos.
La
exégesis es la ciencia histórica que busca la interpretación más probable de un
texto. Los métodos básicos fueron desarrollados por los humanistas del siglo quince
y adoptados y aplicados por los reformadores protestantes. La exégesis requiere una
empatía grande con el contexto original del texto mismo con su propia agenda, semántica etc.
Cumplida esa tarea exegética, sigue la tarea de “releer” ese mensaje antiguo
para el nuevo contexto nuestro hoy. Esas relecturas deben ser fieles al previo
trabajo exegético pero no deben repetirlo mecánicamente, a espaldas del nuevo
contexto histórico. A continuación propongo resumir algunos problemas
exegéticos que ilustran estos principios en algunos de los muchos campos de
interpretación:
(1) El creacionismo: a primera vista parece que este
movimiento está defendiendo la verdad bíblica de la creación, pero de hecho
defiende una interpretación específica de Génesis 1: la literal, a espaldas del
contexto pre-científico de todas las referencias bíblicas al tema. Tratar
a Génesis 1 como una refutación anticipada a Darwin es un anacronismo
anti-exegético. Si los creacionistas se preocuparan por la exégesis del texto
bíblico, en su contexto original, harían una relectura muy distinta de su
significado para hoy.1
(2) Apocalipsis: el
Apocalipsis ha sido el manicomio exegético de la interpretación bíblica. “Todo
ojo lo verá” (Ap 1:7) se interpreta como una profecía de la televisión; ¡los
camarógrafos estarán esperando para convertir la venida de Cristo en noticia
mundial instantánea! El “666” por su parte será un tatuaje enviado desde una
computadora por medio de una máquina laser. Todo eso y más, aunque el texto no
da el más mínimo indicio de tales aparatos modernos, y ni Juan ni sus lectores
conocían la energía eléctrica. Me contaron que una vez un predicador demostró
matemáticamente que las letras de “Adolfo Hitler” sumaban 666 y que entonces el
Führer alemán era el Anticristo. Un amigo nuestro, presente en el público,
calculó rápidamente que por los mismos métodos el nombre del predicador daba
también 666.2
(3) Exégesis ideológicamente tendenciosa: Por más de un siglo los
dispensacionalistas han interpretado “Gog y Magog” (Apoc 20:8) como una
referencia a Rusia. Sin razones exegéticas convincentes, y a pesar de fuertes
evidencias en contra, eruditos ingleses los interpretaban en términos del
conflicto entre el imperio británico y el imperio zarista de Rusia. Era
inevitable que durante la guerra fría del siglo XX la misma interpretación
falsa de Gog y Magog alimentara el anti-comunismo en los EUA y en amplios
sectores conservadores de América Latina. Esta mala exégesis creó problemas
para Nicaragua después del triunfo Sandinista. Si Rusia es el Anticristo, y los
Sandinistas son amigos de la Unión Soviética, ¿cómo puede un cristiano ser
amigo de ellos? Los Estados Unidos, en cambio, son amigos de Israel, el pueblo
escogido de Dios que gobernará el mundo durante mil años. ¡Nicaragua estaba con
un serio problema apocalíptico! Ante este desafío exegético, el CEPAD (una ONG
cristiana nicaragüense) programó siete talleres en ciudades claves del país
para cambiar radicalmente la interpretación del Apocalipsis, con muchas
“conversiones” que eran como nacer de nuevo.
Bajo Somoza el texto lema de la derecha evangélica fue
Romanos 13: sométanse a las autoridades porque las ha puesto Dios. Con el
triunfo Sandinista ese mandamiento perdió su vigencia, reemplazado por Hechos
5:29: hemos de obedecer a Dios antes que a los hombres. La manipulación
ideológica del texto era evidente.
(4) Doctrinas novedosas: Muchos predicadores hoy pretenden haber descubierto verdades nuevas, como la teología de la prosperidad, los neo-apóstoles, las maldiciones generacionales y mucho más. Proclaman sus doctrinas con textos de prueba, sin análisis exegético y sin tomar en cuenta las evidencias en contra. Insisten en que Efesios 4:11 señala cinco ministerios cuando el texto griego (reflejado en la puntuación en las versiones castellanas) prueba claramente que “pastor-maestro” es un solo ministerio. Inventan unas distinciones entre dos palabras griegas (“logos” y “rhema”) que en el griego son sinónimos intercambiables, para fundamentar unas doctrinas realmente aberrantes. En general, estos predicadores y sus seguidores menosprecian, o hasta rechazan, el análisis racional del significado original del texto. Un texto favorito es “no se preocupen por lo que han de decir o cómo han de decirlo, porque cuando les llegue el momento de hablar, Dios les dará las palabras” por el Espíritu (Mateo 10:16-20). El argumento no toma en cuenta que todo el pasaje tiene que ver con la crisis de ser arrestado, no con la interpretación bíblica ni la preparación de sermones. La irracionalidad no es lo mismo que la espiritualidad. La iglesia necesita una mejor orientación hermenéutica. Un profesor de un seminario suramericano me dijo, “Yo no interpreto, yo solo leo”, sin darse cuenta de que leer es interpretar. A un artículo en mi blog, en agosto de 2014, una lectora terminó su comentario con “El anticristo es el papa, católicos no sean más ciegos, por favor lean la biblia.”3
(5) Homosexualidad: Este tema excita fuertes pasiones, en pro y en contra, que dificulta tremendamente la buena exégesis de los textos pertinentes. En la exégesis anti-homosexual, con sólo emplear el término moderno “homosexualidad”, como fenómeno que conocemos hoy, a menudo interpreta los textos bíblicos en el contexto moderno y no el del texto original.4 A menudo interpretan con mucha parcialidad el relato de Sodoma, hasta emplear el término “sodomita”, que en toda la Biblia significa solo “habitante de Sodoma” sin ningún sentido sexual. Algunos interpretan Daniel 11:37, “no hará caso del amor de las mujeres” (RVR) como una denuncia, hasta una profecía, de la homosexualidad. Pero el contexto no es el sexo sino el culto y el sujeto es un rey (¿Antíoco Epífanes?) que “no tomará en cuenta…al dios que adoran las mujeres” (NVI; BP). Al otro lado del debate, distinguidos biblistas también han hecho propuestas exegéticamente dudosas. El esfuerzo básico consiste en limitar la denuncia bíblica solo a casos de incesto, pederastia, esclavitud o injusticia y opresión (adikía).5 Su mayor desafío ahora es proponer una relectura fiel y convincente para nuestro tiempo.6 Conclusión: Con este breve resumen concluyo una serie de artículos en que intento realizar un “análisis exegético” de los escritos analizados, para ver si sus interpretaciones representan la explicación más probable y mejor fundamentada de los textos bíblicos en su original contexto histórico. En ningún momento se trataba de la homosexualidad como tal sino de la mejor interpretación de los textos bíblicos, de cómo esos autores antiguos entendían el tema en su propio contexto histórico y social. Estoy cada día más convencido de que la exégesis es una ciencia histórica, con sus propios métodos y reglas, en busca de la interpretación más probable de un texto escrito. Creo que la iglesia está en una crisis exegética en que tanto simples creyentes como también importantes líderes carecen de métodos y criterios para evaluar con discernimiento las diversas ofertas exegéticas. Sobra mencionar la jungla de interpretaciones especulativas y tendenciosas del Apocalipsis, pero el fenómeno se va generalizando en los púlpitos y en las cátedras académicas. Un gran signo de esperanza ha sido el surgimiento de una comunidad exegética inter-confesional. Gracias al impresionante movimiento bíblico dentro de la iglesia católica y un despertar de la exégesis evangélica (F.F. Bruce, Gordon Fee y muchos) y otros sectores de un ecumenismo bíblico, tienden a surgir algunos consensos exegéticos muy positivos. Eso me animó mucho en mi trabajo sobre el Apocalipsis pero también en patrística y otros campos de estudio. Ante esa realidad ninguna exégesis puede ser aislacionista, “en el closet”. Por eso el debate es indispensable y el cuestionar y debatir es un sagrado deber.
(4) Doctrinas novedosas: Muchos predicadores hoy pretenden haber descubierto verdades nuevas, como la teología de la prosperidad, los neo-apóstoles, las maldiciones generacionales y mucho más. Proclaman sus doctrinas con textos de prueba, sin análisis exegético y sin tomar en cuenta las evidencias en contra. Insisten en que Efesios 4:11 señala cinco ministerios cuando el texto griego (reflejado en la puntuación en las versiones castellanas) prueba claramente que “pastor-maestro” es un solo ministerio. Inventan unas distinciones entre dos palabras griegas (“logos” y “rhema”) que en el griego son sinónimos intercambiables, para fundamentar unas doctrinas realmente aberrantes. En general, estos predicadores y sus seguidores menosprecian, o hasta rechazan, el análisis racional del significado original del texto. Un texto favorito es “no se preocupen por lo que han de decir o cómo han de decirlo, porque cuando les llegue el momento de hablar, Dios les dará las palabras” por el Espíritu (Mateo 10:16-20). El argumento no toma en cuenta que todo el pasaje tiene que ver con la crisis de ser arrestado, no con la interpretación bíblica ni la preparación de sermones. La irracionalidad no es lo mismo que la espiritualidad. La iglesia necesita una mejor orientación hermenéutica. Un profesor de un seminario suramericano me dijo, “Yo no interpreto, yo solo leo”, sin darse cuenta de que leer es interpretar. A un artículo en mi blog, en agosto de 2014, una lectora terminó su comentario con “El anticristo es el papa, católicos no sean más ciegos, por favor lean la biblia.”3
(5) Homosexualidad: Este tema excita fuertes pasiones, en pro y en contra, que dificulta tremendamente la buena exégesis de los textos pertinentes. En la exégesis anti-homosexual, con sólo emplear el término moderno “homosexualidad”, como fenómeno que conocemos hoy, a menudo interpreta los textos bíblicos en el contexto moderno y no el del texto original.4 A menudo interpretan con mucha parcialidad el relato de Sodoma, hasta emplear el término “sodomita”, que en toda la Biblia significa solo “habitante de Sodoma” sin ningún sentido sexual. Algunos interpretan Daniel 11:37, “no hará caso del amor de las mujeres” (RVR) como una denuncia, hasta una profecía, de la homosexualidad. Pero el contexto no es el sexo sino el culto y el sujeto es un rey (¿Antíoco Epífanes?) que “no tomará en cuenta…al dios que adoran las mujeres” (NVI; BP). Al otro lado del debate, distinguidos biblistas también han hecho propuestas exegéticamente dudosas. El esfuerzo básico consiste en limitar la denuncia bíblica solo a casos de incesto, pederastia, esclavitud o injusticia y opresión (adikía).5 Su mayor desafío ahora es proponer una relectura fiel y convincente para nuestro tiempo.6 Conclusión: Con este breve resumen concluyo una serie de artículos en que intento realizar un “análisis exegético” de los escritos analizados, para ver si sus interpretaciones representan la explicación más probable y mejor fundamentada de los textos bíblicos en su original contexto histórico. En ningún momento se trataba de la homosexualidad como tal sino de la mejor interpretación de los textos bíblicos, de cómo esos autores antiguos entendían el tema en su propio contexto histórico y social. Estoy cada día más convencido de que la exégesis es una ciencia histórica, con sus propios métodos y reglas, en busca de la interpretación más probable de un texto escrito. Creo que la iglesia está en una crisis exegética en que tanto simples creyentes como también importantes líderes carecen de métodos y criterios para evaluar con discernimiento las diversas ofertas exegéticas. Sobra mencionar la jungla de interpretaciones especulativas y tendenciosas del Apocalipsis, pero el fenómeno se va generalizando en los púlpitos y en las cátedras académicas. Un gran signo de esperanza ha sido el surgimiento de una comunidad exegética inter-confesional. Gracias al impresionante movimiento bíblico dentro de la iglesia católica y un despertar de la exégesis evangélica (F.F. Bruce, Gordon Fee y muchos) y otros sectores de un ecumenismo bíblico, tienden a surgir algunos consensos exegéticos muy positivos. Eso me animó mucho en mi trabajo sobre el Apocalipsis pero también en patrística y otros campos de estudio. Ante esa realidad ninguna exégesis puede ser aislacionista, “en el closet”. Por eso el debate es indispensable y el cuestionar y debatir es un sagrado deber.
1 Puede consultarse Stam, Las
buenas nuevas de la creación (Kairós 2003).
2 Ver también juanstam.com
9.1.07 “¡Sorpresa! El 666 no es 666″.
3 Los centenares de respuestas
a juanstam.com podrían servir como una radiografía de la mentalidad protestante
y para marcar estrategias para la transformación de la iglesia hispano- y
portugués hablante.
4 Para evitar este anacronismo, es mejor hablar de
“sexo homoerótico”. como práctica y no sólo como tendencia o preferencia. 5
Artículos anteriores analizaron la exégesis de Dale Moody (www.juanstam.com ,
25 octubre 2013), Renato Lings e Irene Foulkes (www,juanstam.com , 3 enero
2014), “Carta de Juan Stam a Tom Hanks sobre arsenokoitai” Lupa Protestante, 5
agosto 2014; “Análisis exegético del libro de Tomás Hanks , juanstam.com 11
mayo 2015. 6 “La Homosexualidad: Consideraciones exegéticas y hermenéuticas”,
juanstam.com 7.11.12
Publicado
originalmente por Chile protestante: http://chileprotestante.com/?p=2367
*Credito de la fotografía: Ann Casas: http://juan116.org/ensenanza/tiempo-devocional-3/
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