ATRACCIÓN: GUSTAR Y AMAR A LOS DEMÁS
John Donne
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.
San Pablo
El uso de los
términos “gustar”, “atracción” y “amar” en nuestros días se usa muchas veces
como términos intercambiables, esto dependiendo del idioma y contexto. Al igual que el fenómeno de la polisemia (Fenómeno que
podemos observar en lenguas actuales como el español o en lenguas muertas como
el griego antiguo, donde una palabra tiene el mismo significado o comparte
significados con otras palabras). Al encontrar este fenómeno en nuestro tema de
estudio sobre la “Atracción: Gustar y Amar a los Demás” hace que, al menos, sea
un poco complejo encontrar acuerdos claros sobre qué significan estos términos
de forma definida y sucinta.
El tema de la atracción, el
gusto y sobre todo el del amor a sido algo que a lo largo de la historia (al
menos la historia de occidente) ha levantado profundo interés y la psicología
no ha quedado indiferente a ello, pero claro está que por razones cronológicas
la psicología ha sido una de las últimas grandes disciplinas en referirse al
tema. En este punto esperamos que el presente trabajo aporte un grano de arena
al universo reflexivo de la psicología y a su vez que el entendimiento
compartido y la experiencia de los presentes trabajos y lecturas aporten
significativamente a nuestra formación de pre-grado como psicólogos y en nuestro
deambular humano donde deberíamos nacer, desarrollarnos y dejar nuestro existir
en un contexto amoroso, significativo y saludable.
Todos
deseamos ciertos grados de gustarles a otros, de ser atrayentes y ser amados,
en menor o mayor grado tenemos y compartimos esa necesidad de ser atrayentes,
de gustar y de ser amado por alguien más y viceversa. Un punto de importancia
del tema en cuanto a la psicología lo marca Maslow quien clasificó nuestro tema
en cuestión como necesidades “Sociales” y “Estima / Reconocimiento”, incluso,
solo por este hecho aislado es que pudiéramos identificar nuestro tema como
relevante para la psicología. La aceptación social, los afectos, el respeto y
reconocimiento, las relaciones interpersonales, la amistad, la vida de pareja,
todo esto subyace o se supedita a nuestro tema de interés; gustar, atraer y
amar a los demás está implicado en la psique humana pues es parte de cómo nos
relacionamos con los demás y afecta al desarrollo del self, de la otredad y aun
la vida comunitaria (polis). Pero decantemos un poco el tema y observemos la
relevancia de esto en un punto muy concreto. Pareciera ser que uno de los
problemas psicológicos que más afecta a los chilenos tiene que ver con el amor
y específicamente con su vida afectiva y emocional. ¿Cuál es la principal razón
por la que los chilenos acuden a un psicólogo? parece ser que las terapias de
pareja son el servicio psicológico más solicitado a nivel nacional, y en
Santiago sería el lugar donde se concentra el mayor porcentaje de solicitudes
de este tipo de terapias y en regiones, las zonas más pobladas del país, como Valparaíso
y Concepción muestran una tendencia similar. (PsicologosOnline.cl, 2016)
La importancia que esta
temática tiene para la psicología es bastante grande pues es un problema que ha
llamado la atención de gran cantidad de autores, autores básicamente populares
y otros de carácter técnico (Ver: Maturana, H; Fromm, E; Lewis C.S.; Jeanrond,
W.G.; Etc.). Pero la relevancia viene propiamente tal de las personas afectadas
por problemáticas que tienen que ver con el gustar, atraer y amar de y a los
demás que los motiva a ir a una consulta y en nuestro rol como psicólogos
frente a la situación que nuestros potenciales pacientes enfrenten bajo este
tópico.
Los dos puntos anteriores
principalmente (atracción y gusto), y aun el tercer punto sobre nuestro tema el
cual es el amor, a nuestro parecer deben ser mirados y estudiados desde una
visión interdisciplinaria pues, a modo de ejemplo, resulta muy interesante
observar cómo se desarrolla nuestro tema desde las ciencias biológicas;
entender el aparato límbico y su funcionamiento, el papel de las hormonas, la
respuesta fisiológica de nuestro cuerpo (Ver: Carlson, N.R.; Pinel, J.;
Maturana, H.) Todo esto resulta de gran interés complementario a lo
anteriormente expuesto.
La clásica
división Lewisiana del amor (Lewis, 2001), tomada de la antiquísima tradición
de los escritos cristianos y basada en la cultura y filología griega resulta
ser una muy práctica y clara división del amor en sus diversas facetas; ágape,
afecto, philia y eros[1]
son una división que nos puede ayudar para hablar del amor de padres, el amor
de pareja, la amistad, entre otros. Podríamos decir que Maslow (1968) por su
parte reduce la nomenclatura de Lewis a dos divisiones; la primera corresponde
al B-Love el cual es un amor por el otro y en segundo lugar tenemos a D-Love
que es el amor basado en las necesidades personales. Otra división que
encontramos es la de los factores constitutivos del amor propuesta por R.J.
Sternberg (1988) la cual consta de tres puntos; (1) La intimidad que
corresponde a la generación de un vínculo, sentimientos de cercanía y unión.
(2) La pasión que se encuentra profundamente ligado a la atracción, la
sexualidad y la idealización. y (3) la decisión que implica una primera
decisión de amarse y posteriormente el esmero que es una decisión por
continuar amándose en el futuro. En cuanto a definiciones o afirmaciones sobre
este tema el psicoanálisis entiende al amor, basado en su teoría de las
pulsiones, simplemente como la satisfacción sexual. Por su parte, Maturana
(2011) afirma que cuando hablamos de amar lo que expresamos es una evocación de
nuestra experiencia psíquica y no la experiencia psíquica propiamente tal, pues
esta experiencia interna no se podría describir sino sólo evocar. Así para
Maturana cuando se habla del amar, “la emoción que connotamos ocurre como el
dominio de las conductas relacionales a través de las cuales uno mismo, el otro
o lo otro, surge como legítimo otro en convivencia con uno”, Fromm (2014), en
línea con la afirmación de Maturana, dice que el amor resulta una experiencia,
en tanto experiencia, única, personal, que solo podemos tener para nosotros
mismos y por nosotros mismos, y que este es un arte y como todo arte tenemos la
posibilidad de aprender a hacerlo bien, afirmación que otorga gran
responsabilidad a quien quiera amar (y ser amado), su afirmación también implica
que el amor no es algo fácil y que tiene serias dificultades a superar si se
desea amar por más tiempo que la intensa pasión que se presenta al inicio de
muchas relaciones, pasión que por su naturaleza es de corta duración, lo cual
podría implicar la separación de muchas relaciones basadas en esta pasión, en
sus primeros años o tal ves meses. En este punto resulta interesante la
afirmación ontológica del teólogo Paul Tillich (1970) sobre que “El amor es el
impulso a la unidad de lo separado” por lo tanto el amor sería mucho más que
una emoción, pasión y placer; sería la unidad “con aquello que cumple el deseo”
sería aquel componente que une a los seres humanos. Es en este punto donde el
amor toma su carácter más amplio y va más allá de la unión de pareja. Es aquí
donde podemos hablar de un tipo de unión que afecta la vida en comunidad, el
amor como “adhesivo” para la polis misma como seres sociales que somos. Fue el
propio Aristóteles (2002) quien observó que en un tipo de amor humano habría un
gran valor para la vida en comunidad al afirmar que la amistad, “es lo más
necesario para la vida”. Con esta afirmación él veía y apreciaba la amistad como el fundamento de la comunidad política, como aquella escuela del bien donde se revelan las principales virtudes humanas (Svensson, 2011) "donde nos desarrollamos buscando el bien del otro, donde construimos el quien soy y el quienes somos, lugar donde la vida encuentra su potencia para llegar a ser la buena vida que rastreaban con afán los antiguos griegos" (Muggioli, 2018). Esto no estaría muy lejos de lo autores tan actuales y cercanos a nosotros afirman, como el propio Maturana (2011), quien dice que "El emocionar espontáneo que hace el convivir social, el convivir que queremos convivir y evocar cuando hablamos de democracia, es el amar." Por lo tanto y siguiendo las ideas expuestas, podemos afirmar que el amor saludable, potencialmente, puede afectar de forma positiva tanto la vida de los individuos, la vida familiar y la vida comunitaria.
En la lectura de los diversos autores citados en este trabajo y lecturas complementarias (no citadas) podemos realizar, a modo de análisis personal, las siguientes afirmaciones:
A) La atracción en tanto gustar y amar a los demás resulta difícil de
definir en forma breve y certera, los autores diferencian estos tres conceptos
de manera natural como se realiza en las diversas disciplinas, por temas de
estudios separados, aunque implicados uno del otro. La atracción y el gustar
resultan interesantes tanto como procesos que integran la biología, la
fisiología y la dimensión social como un constructo que afecta nuestra
atracción-gustar.
B) Por su parte, el amor pareciera ser el más complejo de definir pues
tiene connotaciones de muchos tipos y de gran interés para diversas disciplinas
y, que en gran parte de los casos contiene cierto grado de atracción y de gusto
por un otro, aunque no siempre sea así. La complejidad para definir este afecto
no niega los beneficios que puede otorgar este, tanto para la vida afectiva de
pareja, familiar y aún la vida pública, la cual según los planteamientos de
Maturana (2011) se forjan mediante el lenguaje articulado que nos distingue del
resto de las especies (Ver también: Aristóteles, 2002; Lewis, 2001) y nos ayuda
a realizar cuestiones en común. Así las conversaciones, el lenguaje articulado
o el lenguajear coordina nuestros hacerse, ayuda a la conformación de redes
relacionales que en un ideal deben estar basadas en el amor, sea este philia de
unión profunda de afectos con nuestros seres queridos y familiares, de amistad
política que genere comunidad, de eros que ayude a la satisfacción de las
necesidades sexuales y la sustentación de la especie, todas relaciones de amor
con la implicancia del respeto donde cada cual aflore de manera legítima en
convivencia con otro.
En esta sección final
podemos convenir en que resulta muy interesante reflexionar en cómo estos
conceptos que podemos escuchar, y aún usar día a día, son cuestiones con
definiciones difusas, con términos que en ocasiones se usan de forma
intercambiable y que muchas personas suelen confundir generalmente, y es
importante saber que están ligados a nuestras emociones, a respuestas químicas
y cambios fisiológicos que se producen en el cuerpo humano en los
distintos momentos de dicho fenómeno.
Es de gran importancia e interés la formación de los gustos mediante el
cual seleccionamos y preferimos ciertos grupos y personas; saber que tras una
elección no solo esta el componente volitivo individual, que los componentes
que se encuentran tras la atracción y que nos lleva a centrar nuestra atención
en algunos particulares y no en todos tienen componentes cognitivos, afectivos,
culturales, sociales, biológicos etc. En otras palabras, habrían ciertas
características y componentes que encienden la atención, donde le gustamos o
nos gusta cierta persona en especial y ligado a esto en potencia existiría un
vínculo emocional, el cual mediante su maduración podría llegar a ser amor
profundo.
Finalmente junto a lo anterior, indicamos que no existe un consenso, una
definición universal o un acuerdo absoluto que abarque completamente todos los
aspectos de la palabra amor y quizás lo más cercano a aquello ha sido lo
logrado por los antiguos Griegos y que se puede estudiar mediante su filología.
Creemos que nosotros no escogemos cuando nace la sensación de amar como
sentimiento pasional inicial a una relación que podría identificarse como enamoramiento, que en este aspecto el amor nace naturalmente sin que alguien lo
imponga, donde en esta idealización individual muchas veces no vemos diferencia
significativas entre virtudes o defectos del sujeto amado, y en la cual
buscamos como un ideal del espíritu humano un amor sin condiciones o
limitaciones, un dar sin esperar nada a cambio, un amor que es sincero y puro,
donde se vele por el bienestar de la persona a la cual se ama, un amor provisto
por la divinidad; un ágape.
De acuerdo al desarrollo de nuestro tema existen distintos tipos de
amores, como por ejemplo el amor de una madre a su hijo, del padre a su hijo,
de parejas, a nuestros familiares, entre mejores amigos, a nuestras mascotas, etcétera,
todos estos ejemplos son de amor pero con distinta intensidad y clasificación.
Sin embargo, un análisis de este tipo, no puede ser realizado sin una
experimentación social y aun personal, es decir; se necesita haber sentido la
atracción, gustado y amado para poder establecer argumentos sólidos que
respalden nuestros pensamientos e ideas. En una arista u otra la vida humana
plena implica la experiencia de atraer, gustar y amar.
Por David Muggioli C. & Nicole Quevedo Ch.
BIBLIOGRAFÍA
Aristoteles, (2002) Ética a Nicómaco, Libro VIII. Madrid, España. Ed. Espasa.
Bourdieu, P. (2010). El sentido social del
gusto. Elementos para una sociología de la cultura. Buenos Aires, Argentina.
Siglo Veintiuno Editores.
Darwin, C.R.
(1871) The descent of man, ad selection in relation to sex.
Fromm, E. (2014) El arte de amar. Buenos
Aires, Argentina. Paidós.
Lewis, C.S. (2001) Los cuatro amores. Santiago, Chile. Ed.
Andrés Bello.
Maslow, A.H.
(1968) toward a psychology of being.
Maturana H. Verden Zöller G. (2011) Amor y Juego. Fundamentos olvidados de lo
humano. Desde el patriarcado a la demoracia. Avellandea, Argentina. J.C.
Sáez Editor.
Muggioli D. (2018) No olvides esta verdad. Santiago, Chile. Revista Reviere N° 3.
Recuperado de https://drive.google.com/file/d/1M390wZ7C31x-3GLEWX2kVU8RsKOBh9pW/view
PsicologosOnline.cl (2016) Terapía de pareja,
el servicio psicologico más solicitado en Chile. Santiago, Chile.
Recuperado de https://www.psicologosonline.cl/
Sternberg, R.J. & Barnes, M. (1988) The
psychology of love.
Storms, M.D. (1980). Theories
of sexual orientation. Journal of Personality and Social Psychology.
Svensson, M. (2011) El pensamiento de C.S. Lewis. Más Allá de la Sensatez. Barcelona, España. CLIE
Tillich, P. (1970) Amor, poder y justicia. Análisis ontológico y aplicación ética. Barcelona, España. Ariel.
[1]
Lewis divide su texto “Los Cuatro Amores” en la siguiente nomenclatura: Afecto,
Amistad, Eros y Caridad.
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