Poesía para cristianos y no tan cristianos V Gabriela Mistral


Nocturno

Padre Nuestro que estás en los cielos,
¿por qué te has olvidado de mí?
Te acordaste del fruto en febrero,
al llegarse su pulpa rubí.
¡Llevo abierto también mi costado,
Y no quieres mirar hacia mí!
Te acordaste del negro racimo,
y lo diste al lagar carmesí;
y aventaste las hojas del álamo,
con tu aliento, en el aire sutil.
¡Y en el ancho lagar de la muerte
aún no quieres mi pecho exprimir!
Caminado vi abrir las violetas;
el falerno del viento bebí,
y he bajado, amarillos, mis parpados,
por no ver más Enero ni Abril.
Y he apretado la boca, anegada
de la estrofa que no he de exprimir.
¡Has herido la nube de Otoño
 y no quieres volverte hacia mí!
Me vendió el que beso mi mejilla;
me negó por la túnica ruin.
Yo en mis versos el rostro con sangre,
como Tú, sobre el paño, le di,
y en mi noche del Huerto, me han sido
Juan cobarde y el Ángel hostil.
Ha venido cansancio infinito
a clavarse en mis ojos, al fin:
el cansancio del día que muere
y el del alba que debe venir;
¡el cansancio del cielo de estaño
Y el cansancio del cielo de añil!
Ahora suelto la mártir sandalia
y las trenzas pidiendo dormir.
Y, perdida en la noche, levanto
el clamor aprendido de Ti:
Padre Nuestro que estás en el cielo,
¿por qué te has olvidado de mí?  


De El Salmo fugitivo poesía religiosa latinoamericana (CLIE, Barcelona – España 2009)

Poema de la chilena Gabriela Mistral primera latinoamericana en ganar el Nobel en 1945. Nunca antes un iberoamericano había sido honrado con el Nobel. Gabriel Mistral fue poetisa, profesora y diplomática chilena. 

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