Descansar ¿Porque no?
En cierta ocasión los discípulos, se reunieron con Jesús
para contar todo lo vivido en una misión que llevaron a cabo; le narraron todos
los hechos y todo cuanto enseñaron en aquel tiempo de ministerio. Mientras el
Maestro los escuchaba con muchísima atención se dio cuenta de algo: sus
discípulos estaban muy cansados, necesitaban descansar y alejarse del ir y
venir del pueblo y sus ajetreadas actividades para poder recuperar fuerzas.
“Entonces los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado. El les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer.” Marcos 6:30 - 31 [RV60]
En ocasiones las actividades del día son tan abundantes que
ni tiempo para comer tenemos. A veces nuestro habito más común es decirle
"Si" a toda o casi toda actividad, entonces; nuestra salud se
deteriora, nuestro ánimo decae, las licencias medicas por estrés y otros males
actuales se hacen presentes y nuestra productividad y efectividad disminuyen.
No importa la actividad, si es para la iglesia ("la obra de Dios") o
el trabajo en la empresa, después de una labor extenuante el llamado de Jesús
es al descanso: "Vamos a un lugar aparte, a un lugar tranquilo" es su
invitación, "reposen y refrésquense" nos dice el Maestro. Dios no nos
llama a su servicio para caer en un activismo religioso sin pausas. Más bien
nos invita a colaborar en la construcción de SU Reino y en el avance de SU
Misión.
Tal como una empresa funciona sin nosotros cuando estamos
de vacaciones, así también el Reino de Dios y la Misión no se detienen cuando
nosotros requerimos de descanso y, esa es una de las verdades liberadoras de
esta porción de las Escrituras: podemos decir NO a ciertas actividades y
podemos dedicar tiempo al descanso y, todo esto sin remordimientos pues es
nuestro Señor quien amable y comprensivamente nos invita a un respiro, una
pausa para recuperar fuerzas en medio tanta actividad y presión por los
compromisos adquiridos y las agendas apretadas. Luego de un arduo año de
trabajo un descanso es saludable, así lo dicen los médicos, y así nos lo
recomienda el médico de médicos.
G.
Hendriksen nos escribe sobre esto:
“Jamás dará resultado trabajar sin descanso. No funciona estar ocupado
sin nunca tomar vacaciones, realizando todas las arduas tareas del ministerio o
la obra misionera, y sin detenerse para reposar, para analizar con calma, para
orar y meditar. También Jesús, a causa de su naturaleza humana y del gran peso
que había tomado sobre sus hombros, necesitaba períodos de retiro (1:35). Y
estando enteramente consciente de las necesidades de sus discípulos, les invitó
a irse con él a un lugar apartado, aislado, donde pudiesen “descansar”” [W.
Hendrikksen, comentario a San Marcos Pág. 254]
No somos súper mujeres ni súper hombres. ¡Vamos!
descansemos si es el tiempo de hacerlo.
Es verdad que todo lo podemos en Cristo, incluso
podemos decidir sabiamente hacer caso a Su consejo y descansar, pues Él sabe muy
bien cuánto lo necesitamos.
Por David Muggioli C.
*Fotografía por Edu Vazquez http://juan116.org/devocion/silencio/
*Fotografía por Edu Vazquez http://juan116.org/devocion/silencio/
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