Corrigiendo errores del pasado para vivir un mejor futuro
Un
auto-examen para avanzar a un cambio mejor.
Periódicamente
nos evalúan en muchos lugares; en el colegio, en la universidad, en el trabajo.
También nosotros solemos evaluar diferentes cosas en la vida, lo cual es
necesario para mejorar y asegurar el buen funcionamiento de esas cosas, por
ejemplo; chequeamos el auto, evaluamos el gobierno de turno, revisamos los
nuevos productos que adquirimos, ETC. ¿Por qué no hacer lo mismo con nuestras
vidas? Sócrates dijo: “Una vida no examinada no vale la pena vivirla” y Fue
Santayana quien mencionara lo siguiente: “El que no recuerda el pasado está
condenado a repetirlo”
Nadie
tiene la vida asegurada, por más seguros de vida que paguemos al final del día
todos estamos bajo la soberanía de Dios, pues en última instancia todos
dependemos de Él. Ninguno de nosotros sabe el futuro de su vida en esta tierra
pero esto no significa que no revisemos nuestro pasado, no planifiquemos, no
nos examinemos y no trabajemos por un futuro mejor. Para un creyente esto debe
ser de suma importancia pues siempre que piense en la planificación de su vida debe
ser incluyendo a su creador. ¡No podemos dejarlo fuera! San Pablo luego de una
revisión de su pasado dijo lo siguiente: “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya
alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y
extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo
llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” (Filp. 3:13-14) San Pablo no está
conforme con su pasado ni aun con lo alcanzado en el presente, es por esto que
decide extenderse, avanzar para mejor y así parecerse cada vez más a Cristo.
Si
no queremos tropezar de nuevo con la misma piedra es necesario mirar atrás y
evaluarnos. Es por esto que les comparto una sugerente lista de preguntas
divididas en aéreas básicas de nuestras vidas que pueden ser de gran ayuda al
momento de examinarnos. Te invito a reflexionar:
·
Espiritual:
¿Conozco a Dios?
¿He pasado tiempo suficiente con Dios, en oración,
adorándolo y escuchándolo a través de estudios serios de su palabra?
¿Se cual es mi ministerio? y ¿he sido responsable
con él?
¿He utilizado mis dones y talentos y los he
amplificado para el crecimiento propio y
el de otros?
¿Me esfuerzo en obedecer a Dios y agradarlo?
¿Demuestro mi gratitud a Dios sirviéndole a pesar de las circunstancias?
·
Familiar-Social:
¿Disfruto de mi familia?
¿Conozco mi rol en la familia y actúo correctamente según ese rol ? (Padre, Madre, Hijo, Marido, Esposa, ETC.)
¿Dedico tiempo de calidad y en una cantidad
apropiada a mi familia?
¿Llamo, escribo o visito regularmente a mi familia
ampliada y mis amistades?
¿Cuido y cultivo amistades profundas y duraderas?
·
Mental:
¿Reflexiono sobre mis fortalezas y debilidades?
¿Tiendo a una actitud mental pesimista u optimista
en las diversas circunstancias y desafíos de la vida?
¿Leo libros o artículos de calidad en forma regular
que nutran mi mente?
¿Busco material audiovisual o programas de
televisión educativos como documentales u otros?
·
Física:
¿Mi dieta es primordialmente casera y de nutrición
balanceada?
¿Hago deporte periódicamente?
¿Regularmente solicito un chequeo médico?
¿Cuido correctamente mi peso?
·
Profesional-Laboral:
¿He detectado y desarrollado mi talento u vocación?
¿He invertido tiempo y dinero en mi capacitación
personal?
¿Me ocupo en mejorar mi nivel de exigencia y
conocimiento para el buen desempeño de mis labores?
¿Busco oportunidades de avanzar en mi campo laboral?
·
Financiera:
¿Tengo establecido un presupuesto familiar?
¿Ahorro para mis proyectos familiares y personales?
Al momento de comprar ¿distingo claramente entre lo
que necesito y quiero comprar?
¿Cancelo mis deudas a Tiempo?
Conforme al contexto de
su vida usted puede establecer sus propias metas y hacer sus propias preguntas
para mejorar y avanzar de manera equilibrada en la hermosa vida que Dios le ha
otorgado. Te invito a terminar el año con una evaluación de nuestras vidas e
iniciar el nuevo año honrando a Dios con el cuidado integral de nuestra persona.
Enséñanos de tal modo a contar
nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría. (Sal. 90:12)
Por David
Muggioli C.
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